Por: SALVADOR E. BATISTA VALENZUELASAN JUAN DE LA MAGUANA.- Las ventas de juguetes en esta ciudad se han visto afectadas al menos hasta este lunes en la mañana, debido al bajo poder adquisitivo de los sanjuaneros este año y el tiempo lluvioso, lo que ha obligado a la gente ha quedarse en sus hogares en este largo feriado, según el parecer de algunos comerciantes.
En una visita a las vías, donde venduteros callejeros exhiben su mercancia, se apreció escasa asistencia de clientes, en contraste con otros años, donde incluso se ha cerrado al tránsito en tramos de la Avenida Independencia y la calle Mella.
En estantes improvisados y en las aceras, se aprecian juguetes tradicionales, incluyendo algunos alegóricos a las armas de guerra y muy pocos instructivos, como han recomendado distintos sectores de la sociedad, entre ellos psicólogos, maestros y pediatras.
Muchos de estos juguetes han sido prohibidos en otros países, porque resultan peligrosos para los niños, los cuales en ocasiones se han intoxicado con plomo u otras sustancias componentes de esas mercancias o se han herido al tener formas puntiagudas.
Algunos artefactos, llamados juguetes, son desarmables fácilmente por la mala calidad en su fabricación, y los niños se tragan esas partes o la introducen en los oídos, por lo que hay que llevarlos a las emergencias de los establecimientos de salud.
Los profesionales de la conducta han criticado los juguetes que invitan a la violencia, como son revólveres, pistolas, escopetas, fusiles, tanques y aviones de guerra y otras réplicas que van creando una cultura de violencia entre los niños.
En una foto publicada en los medios, se observa una instantánea cuando en una repartición de juguetes en una escuela, se observa a un niño sonriente apuntando a Santa Claus con una replica de un famoso fusil de fabricación estadounidense.
La República Dominicana es uno de los países donde las muertes por armas de fuego es un problema epidemiológico importante, porque el porte y la tenencia de armas han proliferado de forma alarmante en manos de civiles, entre ellos, personas que luego resultan con prontuarios delictivos.
La tradición cristiana celebra el día seis de enero, Día de los Santos Reyes, la cual al parecer va perdiendo cada año la fuerza de antaño y donde sólo las familias pudientes hacen ostentación de regalos caros para sus hijos, los cuales entregan directamente, sin la “intermediación” de los Reyes Magos.
Los niños hijos de papi y mami reciben desde una laptop hasta costosos equipos de música, mientras los niños pobres tienen que conformarse con los juguetes que se expenden en las calles, como son muñecas y carritos plásticos o de metal que resultan peligrosos por tener pigmentos tóxicos, que por demás al cabo de unos días se deterioran.
Otros más pobres se quedan sin nada, esperando que aparezca algo para jugar al igual que otros niños. Esa espera se prolonga hasta los días en que ha pasado la celebración, esperanzados en que una Vieja Belén les lleve un carrito o una muñeca; una buena ancianita que al parecer la dejó el tren o el burrito, porque hace años, pero muchos años, no visita sus hogares.
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